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Carcomas

El término carcoma se le aplica a muchas especies y familias de escarabajos cuyas formas larvales o adultas se comen y destruyen la madera.

La carcoma usualmente se detecta unos años después de finalizada una construcción nueva. La madera utilizada puede haber estado previamente infestada con huevos o larvas de carcoma, y como el ciclo de vida de los escarabajos puede ser de uno o más años, pueden haber pasado unos cuantos años para que se revele la presencia de la carcoma. Si usted sospecha tener madera infestada por carcoma, es mejor que consulte a un profesional.

Las infestaciones se producen generalmente en áreas muy húmedas, como espacios poco ventilados. Los muebles o piezas de madera infestadas deben retirarse del lugar antes de que la infestación se expanda.

Diferencias entre termitas de madera seca y carcomas.
A veces, las personas neófitas pueden llegar a confundir un ataque de carcomas con un ataque de termitas. Este error puede llevar a una serie de errores en las posibles soluciones. Es fundamental no equivocar el diagnóstico. Lo más recomendable es ponerse en manos de un especialista. Sin embargo, a continuación se repasan una serie de indicios que pueden ser de gran utilidad para identificar la plaga.

Normalmente el sonido que producen las termitas no es audible sin utilizar tecnologías, en cambio el sonido de las carcomas, si son grandes, puede llegar a oírse fácilmente.

Síntomas en la madera.
Las carcomas acostumbran a delatar sus daños con los orificios de salida de los adultos. A través de estos agujeros es por donde a menudo nuevas generaciones de carcomas expulsan sus excrementos (ver foto 1).

Las termitas subterráneas no hacen agujeros de salida. La termita de la madera seca o aérea (Kalotermes flavicollis) hace agujeros por donde expulsa sus características "bolitas fecales" (ver foto 2). Para no confundir los agujeros de termita de la madera seca o aérea con orificios de carcoma, hay que fijarse detenidamente en la textura de los excrementos. Las diminutas “bolitas fecales” de Kalotermes flavicollis pueden variar de color, pero su forma es muy característica (similar a un minúsculo granito de café). En cambio las carcomas acostumbran a dejar un aserrín finísimo.

Las galerías de las termitas subterráneas están dispuestas en forma de “peinado” y con residuos pegados de una especie de “barro seco” (ver foto 3). Las galerías de las termitas de la madera seca o aérea son muy limpias y repletas de sus bolitas fecales (ver foto 4). Las carcomas a menudo rellenan sus galerías de aserrín. La textura del aserrín de la carcoma pequeña puede variar (como arena finísima o como una especie de sémola pequeñísima). En cambio, el aserrín de la carcoma grande, de apariencia finísima, puede desgajarse en diminutos excrementos en forma de alubias (ver foto 5).

El individuo
Aunque las termitas (ver foto 6) pueden parecer gusanos (por ser blanquecinas), tienen seis patas, a diferencia de la larva de la carcoma (ver foto 7) que sólo se encuentra dentro de la madera y sí tiene forma de gusano.

Cuando la carcoma pequeña (ver foto 8) sale de la madera (estado adulto), tiene forma de escarabajito y la carcoma grande (foto 9) de escarabajo alargado con grandes antenas. Sin embargo, la salida al exterior de las termitas acostumbra a ser por enjambrazón, es decir salen todas de golpe y se parecen más a hormigas aladas. (Ver foto 10).

 
Última Actualización: 07/09/2016
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